Hace unos días, un amigo me comentó: ¿Sabes de quién puedes hablar en el blog? De Bernárdez Gandara.
Nada me decía a mí ese nombre. Parece ser que fue un misionero de Vigo (mi amigo como buen gallego, le conocía) que dedicó toda su vida a Zambia y que lamentablemente murió a primeros de este mes debido a un accidente.
En otras ocasiones hemos hablado de personajes de sobra conocidos por todos, como modelos a seguir, como por ejemplo Nelson Mandela o Vicente Ferrer. En esta ocasión he pensado que sería buena idea dedicarle un espacio a Bernardez Gándara también. En Tercerda Edad para Tercer Mundo, no nos importan las ideas religiosas, sino los hechos, y por muy pequeños que sean, merecen ser contados.
Bernardez Gándara era misionero de vocación. Desde su época de estudiante ya tenía claro que quería ser misionero, según declaraciones de su amigo Xosé Manuel Pereira Vidal.
Bernardez abandonó ya hace 13 años su Galicia natal para dedicarse en cuerpo y alma a África, en concreto en Zambia en donde intento mejorar la situación de algunas comunidades allí. Descubre su trabajo:
"Era un hombre muy generoso, alegre, muy entregado a la misión. Su vida era África. Era su mundo y allí se sentía feliz". El sacerdote Xosé Manuel Pereira Vidal recuerda así al misionero José Manuel Bernárdez Gándara.
Despedimos por lo tanto, con mucho cariño a una de las miles de personas que abandonan sus vidas por mejorar las vidas de otras, frecuentemente olvidadas.
Tuve la gran suerte de colaborar en cierto modo, en las charlas que se impartieron esta semana, tanto en Donosti como en Hernani sobre la Educación Técnica en Guatemala. Una educación que se ha conseguido gracias a los esfuerzos de "Fe y Alegría" con la colaboración de Tercera Edad para Tercer Mundo.
Miquel Cortés, director de la sede en Guatemala, nos detalló el contexto en el que vive la población:
-El 60% de la población es indígena. Sólo una persona de 150 parlamentarios defiende a esta parte de la sociedad.
-250 familias son las propietarias de los terrenos , para los cuales, muchos de estos indígenas trabajan como auténticos esclavos.
-Si las mujeres quedan embarazadas, las despiden.
-Los niños (explotados muchos en los campos de café, por su facilidad para recolectar), son marginados si nacen con algún tipo de discapacidad.
-Muchos de estos niños son secuestrados para el tráfico de órganos.
-El número de violaciones de niñas en Guatemala aumenta cada año...
-...y un largo etcétera
Miquel Cortés en la charla celebrada en el centro cultural Okendo en San Sebastián
Todo este contexto ha dado lugar a que muchos campesinos hayan huido a la ciudad o se hayan metido al mundo de las drogas y/o las pandillas. Al no ver futuro más allá, muchos de estos jóvenes se agrupan en pandillas que se dedican a robar e incluso asesinar. La vida vale poco allí. Si te acercas a sus poblados, es probable que seas hombre muerto.
Es tremendo también que en pocos metros cuadrados vivan familias de hasta 8 o 10 personas. La educación sexual es clave para estas familias en donde lo normal es tener 5 hijos, aunque no se disponga de los medios necesarios para alimentarlos y educarlos apropiadamente.
Pero no solo la educación sexual es importante, la educación académica y social es vital. ¿Cómo es posible que, si el 60% es indígena, no sepan cuáles son sus derechos? No saben cómo actuar, como defenderse y los votos en las elecciones están condicionados por sus "jefes", los propietarios de las grandes tierras, que si se enteran de que no votaron a quien ellos les dijeron, los echan... El miedo siempre fue un buen medio de control, lamentablemente.
Pero no todo es desgracia. Fe y Alegría ha construido muchas escuelas y da formación en muchos pueblos no solo guatemaltecos, sino de muchas zonas de Sudamérica y Sudáfrica.
Nos contó Miquel cómo Fe y Alegría Guatemala, consiguió crear una escuela de lo que aquí conoceríamos como formación profesional, para que los chavales estudiaran algo que les pudiera dar un mejor futuro, y por otro lado, estuvieran lejos de esas pandillas o de las familias desestructuradas de las que vienen. Es para ellos una manera de ver la luz al final del túnel, un poco de aire fresco de su dura realidad diaria. Es una manera de ver que pueden hacer todo aquello que se proponen.
Me sentí afortunada de poder charlar abiertamente con él y mostrar todas mis dudas. Cierto es que le comenté que me distancio bastante de toda idea religiosa, que para mí lo verdaderamente importante son los hechos, y los que Fé y Alegría demuestran con sus proyectos, es positivo para muchas personas que viven situaciones que ni siquiera nosotros mismos podemos imaginar. Su respuesta fue clara:
"¿Crees en la vida?" Sí, "¿Crees en el amor?" Sí..."pues eso es lo único que importa" :-)